Latidos

Latidos
Gervasio Sánchez

sábado, 27 de julio de 2019


cobre

Voy vestida de blanco, caminando por una duna tostada al atardecer. El sol se me disuelve en mil tonos de cobre, son aleaciones que me hacen tanta falta como mis otras partes, esas que todavía no he puesto a remojo y que están en algún cajón de la casa. Quién sabe...

Mis manos apuñalan rabiosas un teclado hambriento de algo hermoso, ese matiz suave que hay en mi cabello recién decolorado, pero que no sabe aún cómo brillar. Me quiebro. Mil veces y tres veces mil. Me quiebro. Cien veces y ocho veces cien al cubo, más tu risa. Tu risa se ríe de mí. Y yo me quiebro. Es solo el ahora. Ya sé que es pasajero y que quien ríe el último, ríe mejor.

Lo ideal sería que lo hiciéramos juntos.