Latidos

Latidos
Gervasio Sánchez

sábado, 23 de febrero de 2013

mejor dicho si sé

Hay un tipo tocando el violín al fondo del otro vagón. Benedetti se deja llevar por las cuerdas lejanas de nunca jamás. Su mente se permite al fin callarse y el tímido latigazo de su músculo principal empieza a danzar levemente. No conoce la melodía. Ni por asomo. Ni falta que hace. Pero hay algo entre esas notas.., un no sé qué sosegado y precioso que consigue transportarlo con delicadeza al lugar donde habita todo lo que hay después.

Una cría con el pelo rizado y gorro marrón clarito que no alcanza a tapar su melena morena, se levanta del asiento de enfrente y tira del pantalón de su padre, que está de pie, al lado de la puerta, distraído con el dichoso móvil. El individuo la mira de reojo con algo de dulzura y le pregunta qué sucede.

- Hay un hombre que está tocando el violín allí y quiero ir a escucharlo.




 

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